jueves. 28.03.2024

Como bien señaló la secretaria de Desarrollo Social, Laura Marchesse, el drama de la solución habitacional está instalado como una de las cuestiones que atraviesan los problemas estructurales de las vecinas y vecinos de Chacabuco. Desde estas páginas venimos planteando la desidia del Estado municipal en la política de construcción de viviendas. Víctor Aiola transita su octavo año de gestión y no ha entregado una sola llave para que algunas de las tantas familias de nuestra ciudad encuentren una respuesta a sus problemas. 

 

Hacer historia

Vale recordar una vez más que el actual Jefe Comunal prometió la construcción de 272 viviendas en los primeros años de su gestión, cuando el gobierno nacional y provincial eran del mismo color político. Recién sobre el final de su primer mandato dio inicio a solo 132 plateas de fundación, con un anticipo precario en el que embarcó a tres empresas locales con las cuales el Estado municipal tiene contratos firmados y pendientes de cumplimientos. 

Es cierto que desde el 2019 hay un nuevo Gobierno nacional y provincial , pero está claro que tal como lo dijo Aiola recientemente, trabajan de manera conjunta, por ejemplo para la posible construcción del acceso Juan D. Perón con un presupuesto estimado de 1.500 millones de pesos. También recibió un importante crédito del Banco Provincia para comprar maquinarias y recientemente 42 millones de pesos para la adquisición de tres combis entre otras tantas partidas presupuestarias. Esto pone en evidencia que no hay falta de voluntad política para colaborar, en todo caso, a esta altura, se evidencia la precariedad con la que en su momento se encaró el inicio de la construcción de viviendas y que ahora impide su adecuación a programas vigentes, tal como se está haciendo en distintos lugares del pais. 

 

Fondos propios

Hay funcionarios que aseguran -en off- que la millonaria caja acumulada en estos años de aumentos en la coparticipación e impacto inflacionario que devalúa los egresos del Municipio, incluido los bajos salarios, serán destinados a la contratación de bienes y servicios que reditúen en respuesta electoral inmediata. Por eso, seguramente, una parte de los mas de 10 mil millones de pesos del nuevo Presupuesto no contempla destinar partidas para algún modesto plan de construcción de viviendas que financie directamente el Municipio y genere un círculo virtuoso donde el repago de las cuotas por parte de los beneficiarios, aliente la posibilidad de que otras familias se puedan ilusionar con el “techo digno”.

El problema que Aiola no resuelve