En tono pausado y voz baja, Víctor Aiola habló de su rol en esta etapa, aseguró que se trata de “llevar a cabo la gestión, que en el día a día se hace difícil por el contexto económico, y cuando uno gobierna, esta enfocado en gestionar todos los días como si fuese el primero, en la campaña están abocados el candidato y su equipo trabajando continuamente en la calle que es lo que les corresponde a ellos”.
Además, Aiola, que finaliza su segundo mandato el 10 de diciembre, repasó cuáles son sus deudas pendientes con la comunidad, se refirió a las 232 viviendas y aseguró: “pese a todos los esfuerzos que hemos hecho no hemos podido avanzar con el tema, quizás es algo compartido con el Gobierno nacional, pero uno trata de hacerse cargo de la parte que le corresponde”. También consideró que otro de sus errores fue “sumar a algunos funcionarios que no cumplieron o defraudaron expectativas que había sobre ellos, aunque la responsabilidad última es del Intendente”, remarcó.
En ese misma línea se refirió a la relación con el Concejo Deliberante y analizó una de las cuestiones que la oposición viene realizando con más insistencia en los últimos meses. “Puede ser que la comunicación entre el Ejecutivo y el Legislativo tendría que haber sido más fluida de lo que fue”, dijo y aseguró que “Son cosas que te da la experiencia, yo no venía de la política, y seguramente he cometido errores por no conocer los resortes de la política, pero con el tiempo uno lo va analizando y la autocrítica es fundamental”.
Entre las prioridades de hoy, afirma que está “la necesidad de terminar con un Municipio ordenado, con las cuentas claras, para que el próximo Intendente pueda comenzar a gobernar desde otro lugar”, y se comprometió a que “no se engrose la planta de empleados del Estado y que los proveedores puedan cobrar”.
