viernes. 19.04.2024

Al mismo ritmo que regresa la afición por los equinos en nuestra ciudad, se agudizan los problemas propios de la falta de una tenencia responsable. Son cada vez más los jóvenes que se orientan a la práctica tradicional de la tracción a sangre, y se han tornado accesibles los precios de los animales, lo que vuelve común la imagen de adolescentes que se aventuran a internarse en la zona céntrica a caballo. Pero éste no parece ser el mayor problema que tiene a maltraer a la Policía municipal; la desidia de algunos propietarios que permanentemente dejan que sus animales se paseen sueltos por las calles de Chacabuco, genera todos los días múltiples llamados de vecinos y vecinas alarmados por el peligro que esto conlleva para el tránsito, para los jardines de las casas donde suelen ingresar a pastar y para los caballos mismos. Litros y litros de gasoil empleados para esta tarea, en la que una y otra vez tanto la Policía del área de Tránsito y la Comunal acuden a intentar alejar a los equinos de la zona poblada, contenerlos en predios o directamente proceder a la retención. Durante la tarde de ayer, Cuatro Palabras recibió un llamado telefónico de un propietario que dejó un caballo atado y autores desconocidos los soltaron, por lo que el animal anduvo errante unas horas, hasta que su amo se dio cuenta y comenzó a buscarlo. Pero al no encontrarlo en la calle, finalmente corroboró que había sido confinado al predio municipal. Al acercarse, encontró el caballo con una importante herida a la altura de uno de sus cuartos, por lo que se mostró molesto por la situación. “Yo no lo solté, me lo soltaron. Y ahora casi no puede caminar, me lo devuelven arruinado”, se lamentó el vecino. Lo cierto es que más allá del caso particular, el problema de los caballos sueltos ya parece haberse naturalizado y forma parte del escenario cotidiano, mientras no parece encontrarse una solución. 

 

Un problema sin solución