domingo. 28.04.2024

La llegada del fútbol al partido de Chacabuco se dio en los últimos años del siglo 19, cuando comenzó a ser practicado por jugadores de ascendencia anglosajona en estancias situadas entre San Patricio y Rawson. En nuestra ciudad los primeros partidos se disputaron a comienzos del siglo siguiente en una cancha que se armó en la que en ese entonces era conocida como plaza de la Estación, cuyo nombre oficial luego fue plaza Necochea y hoy es la plaza Belgrano.
En un comienzo eran partidos informales entre jugadores que en su mayoría eran de raíz inglesa o irlandesa. Con el correr de los meses, la práctica del deporte se fue organizando y ya por el año 1905 existía algo así como un seleccionado de Chacabuco cuya prueba de fuego fue un partido contra un representativo de Junín.
El match se disputó el 27 de agosto de 1905 en la plaza de la Estación y generó un gran interés.
Si bien los jugadores de Junín venían como favoritos, a los 20 minutos del primer tiempo el equipo local se puso en ventaja con un gol marcado por un delantero de apellido Scally. El sorpresivo revés derrumbó anímicamente a los juninenses, que en la segunda parte sufrieron cuatro goles más, convertidos por Dubois, Duggan, Barragán y Carr.
Las crónicas de la época cuentan como dato anecdótico que ante cada gol chacabuquense la banda de música del pueblo “ejecutaba una alegre marcha” y la concurrencia “aplaudía entusiasmada”. También se reprobaba la actitud de un sector del público.
“Es censurable, bajo todo punto de vista, la conducta observada por la muchachada de esta localidad que presenció el match, y que a cada goal ganado por nuestro team prorrumpía en silbatinas y manifestaciones hostiles hacia los jugadores de Junín”, señalaba un artículo del periódico El Mentor.
De todos modos, dentro del campo de juego reinó el respeto y la caballerosidad, al punto de que, una vez finalizado el partido, los jugadores de ambos equipos y sus respectivas delegaciones compartieron una cena de camaradería en el Hotel de la Unión.
La revancha se jugó pocos días después en terreno juninense. En ese partido, disputado el 10 de septiembre en el campo de la Estación Roca, Chacabuco volvió a imponerse, esta vez por 1 a 0.
Los duelos con la selección de Junín continuaron al año siguiente. Se recuerda especialmente un partido jugado en agosto de 1906, de nuevo en la plaza de la Estación de nuestra ciudad, cuya primera parte finalizó igualada en 1. En la segunda etapa, los jugadores de Junín, que en el entretiempo habían compartido una merienda, convirtieron dos goles más, imponiéndose por 3 a 1. La derrota no impidió que, esa noche, los chacabuquenses volvieran a agasajar a sus contrincantes con una comida en el restaurante del Hotel.
Ese resultado no empañó lo que fue una gran etapa que el fútbol de Chacabuco vivió en esos tiempos. Muestra de ello fue el triunfo conseguido, en julio de 1907, de visitante, ante la selección de Mercedes, por 2 a 1. En ese mismo año, el representativo local se impuso por 3 a 0 a Junín, en mayo, y 3 a 1 a Argentino de Chivilcoy, en agosto.
El broche de oro se logró en octubre de 1908, cuando, como parte de los festejos por la inauguración del edificio de la Escuela 1 de Chacabuco, nuestra selección recibió a su similar de La Plata. En los días previos, la mayoría de los pronósticos avizoraba una derrota humillante para los locales. Sin embargo, a poco de iniciado el partido la escuadra chacabuquense consiguió su primer gol. Luego, a los 30 minutos, llegó el segundo y de allí en más el equipo se dedicó a cuidar el resultado, lo que le permitió, finalizado el match, alzar una copa que había sido donada por don Juan Estrugamou, el cual, además, era quien había donado los dineros con los que fue construido el primer edificio educativo que tuvo la ciudad.
Pocos años después, llegaría la etapa del surgimiento de los primeros clubes de fútbol de Chacabuco.

Bisemanario Chacabuco. 

Cuando Junín se rindió a los pies de los jugadores de fútbol de Chacabuco