sábado. 20.04.2024

Subanse a la Scaloneta que está por desembarcar en tierras árabes para el sueño de todos, para poner la tercera estrella en nuestro escudo. ¿Tenemos con que? ¿Hay equipo para conseguirla? Claro que sí. Permitanse ilusionar.

La Argentina post Brasil 2014 comenzaba a tener las primeras turbulencias, en 2015 con la final perdida ante Chile y luego en 2016, donde terminó de derrumbarse todo, perdiendo nuevamente ante la selección chilena por la Copa América Centenario y se produjo lo peor, la renuncia de Messi.

En ese momento la selección entró en una nebulosa, sin rumbo alguno con la perdida del mejor del mundo, que si bien dijo publicamente que no iba más, la realidad es que nunca pudo renunciar a sus sueños y es por eso que volvió renovado, con ganas de más siendo un “Super Saiyajin” con el pelo rubio y con sed de más, con hambre de gloria, volviendo un par de meses después frente a Uruguay haciendo un partidazo con golazo incluido.

La crisis en AFA no acompañaba y se produjo el peor momento de la selección con técnicos que deambulaban, con ninguno capaz de realizar ese recambio generacional que tanto necesitaba, la Argentina estaba ahogada con los históricos que estaban lejos de su nivel y asi, entramos por la ventana al mundial de Rusia, que fue de las peores actuaciones de la “Albiceleste” en una cita mundialista.

Todo esto es necesario para poner un contexto, el fierro caliente que agarro Lionel Scaloni cuando nadie quería agarrar, uno de la casa, aunque muy pocos lo recordaban. Catalogado por muchos un viajero en el tiempo que cayó en esta época con un solo objetivo, presente en sucesos que antes nadie se percató, como estando en Newell ́s cuando Maradona llegó a la “Lepra”, jugando un partido a beneficio junto al Diego, Messi, Riquelme y Gallardo, ni más ni menos en el debut en la selección del actual capitán. La imagen en la que se ve a un hombre parecido a Scaloni junto a Carlos Bilardo y César Menotti, constatan esta teoría. Que no pasa de un juego, ya que se trata de Hugo Pena, ex jugador de San Lorenzo y River.

Viajero en el tiempo
El viajero en el tiempo
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Maradona en su llegada a Newell´s y atrás un jovencito Scaloni
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Momento exacto de la expulsion de Messi en su debut frente a Hungria ¿Quien estaba atrás con la numero 4 defendiendolo? Si, él.

El Leónidas de Pujato, como lo apodó Alejandro Fantino, hizo lo que tanto se pedía, sacar del ahogo a la Argentina y hacer ese recambio, con nuevos jugadores. Asi comenzaba este ciclo, que fue tan golpeado desde el primer día, con el “joven e inexperto” que agarró a la selección, en un principio iba a ser de manera interina por unos partidos, pero llegó diciembre del 2018 y seguía Scaloni, se acercaba la Copa América de 2019 y nadie quería agarrar, ni Gallardo, ni Pochettino y tampoco Simeone. En medio de todo esto, Tapia tomó la mejor decisión, sostener a Lionel para que dirija la Copa en Brasil.

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El Leónidas de Pujato

El saldo de ese torneo fue positivo, terminando en un tercer puesto luego del escandaloso partido en semifinales frente a Brasil que fue el detonante para que se despierte el Messi lider, el referente, el 10, nuestro capitán y ahí todo comenzó a cambiar.

Las críticas no faltaron, se mantuvieron hasta el 2021 con la consagración del certamen continental en el siempre duro y difícil Maracaná frente a Brasil, demostrando ser un equipo diferente con nuevos aires, con jugadores casi desconocidos que se consolidaron, como De Paul, “Cuti” Romero y el “Dibu” Martinez, aciertos y descubrimientos de Scaloni para darles lugar y se vuelvan eje del equipo.

Esta copa no solo significó cortar la sequía de 28 años, sino que fue sacarse un peso de encima para los referentes como Di Maria y Messi, mucho más para el “Fideo” que antes de todo esto, venía de tener rendimientos con altibajos, en algunos partidos no encajaban y al convertir el gol del título, fue una liberación total. Lo mismo ocurre con la “Pulga”, que se está viendo la mejor versión del 10 con la camiseta “Albiceleste”.

Ahora llegó un nuevo trofeo, la Finalissima, en nada más y nada menos que el mítico estadio Wembley de Londres, cumpliendo con el desafío de enfrentar a un europeo, estando a la altura, aunque algunos subestiman el fútbol sudamericano, catalogandolo de bajo nivel. Se enfrentó a la campeona de Europa y que si hubiera estado en el mundial, es un equipo para llegar como mínimo a cuartos de final.

Y asi se lo tomó el equipo, Messi lo dijo, que este partido podría ser unos cuartos o semifinal del mundial y si así lo tomaron... lo que será cuando les toque jugarlo realmente.

Con todo esto ya dicho, ¿Porque podemos ilusionarnos? El factor clave de todo esto es el equipo, el funcionamiento en conjunto, no tenemos los nombres de otros años, pero tenemos un equipo de hombres, de caudillos, que entregan todo y juegan con el cuchillo entre los dientes que juegan para defender la camiseta y lo más importante, juegan por Messi.

Siempre existió la messidependencia, que necesitábamos que nos salve con sus jugadas magistrales, pero eso ya no existe. Scaloni preparó un solido equipo, que estando Messi o no, rinden de la misma manera.

Los jugadores tienen un solo objetivo, que es verlo con una sonrisa en su rostro, es por eso que juegan por Messi, para que este feliz y queda demostrado, como van todos a celebrar con él, como en la Copa América, el arrodillado y todos corriendo  hacia el para abrazarlo. Es lo que tanto necesitábamos, futbolistas que jueguen por Messi, que entreguen todo para que este feliz y si esta feliz, todo es mejor.

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La imagen que representa todo

No vengo a hablar de tácticas y estrategias, sino de la clave de este ciclo, que es lo grupal, el grupo humano que se formó, que tienen ganas de estar siempre juntos y cuando se separan, se extrañan mutuamente, un clima maravilloso, que no se vio anteriormente, que obviamente los títulos hacen parte de esto. Ellos mismos lo han dicho, "ir a la selección es como estar en un viaje de egresado", la armonía, el compañerismo, son claves.

Ni diciendo todo esto explica lo que genera este equipo, es simplemente sentirlo. Va mas allá de todas las cuestiones tácticas, esta selección enamora y representa a los argentinos.

Soñemos juntos. Ellos están ilusionados, nosotros lo estamos. La Scaloneta no para y tiene un solo objetivo, la tan ansiada Copa del Mundo.

 

Podemos ilusionarnos