jueves. 25.04.2024

Juntos por el Cambio ha hecho una bandera absolutamente falsa de la palabra estrella de la política que proponen en los últimos tiempos: la corrupción. A nivel local, el intendente Víctor Aiola se jactó desde el primer minuto de su gestión de la “transparencia”, descalificando en cada oportunidad a sus opositores políticos con su clásica afición desmedida a la vulgaridad y la mentira. Pero como todo relato radical-PRO, no solo se cae por su falsedad, sino que rebotan puertas adentro lo que todo el tiempo vociferan hacia afuera.

 

Hoy asistimos a una nueva irregularidad por parte del gobierno municipal, al cual intentan tapar y minimizar. El área de Servicios Públicos, con Juan Carlos “Pipo” Gómez a la cabeza, habría facturado a través de testaferros servicios que no prestó, además de presentar aparentemente proveedores falsos que obtuvieron una licitación de 26 millones de pesos, pero que, en su ejecución, fue de la mitad de ese precio. 

 

El Intendente Aiola, ante esta denuncia del bloque de Concejales del Frente de Todos, intenta desentenderse del caso pidiendo la renuncia de dos funcionarios del área, protegiendo a los “peces gordos” y a él mismo, y solicitando una investigación antes de que el tema explote en otras manos. Tan grosero es este hecho que no pudo, como siempre, mirar para otro lado. 

 

Este nuevo hecho irregular se suma a una extensa lista desde el comienzo de la gestión Aiola en Chacabuco: la denuncia por sobreprecios en la compra de luces LED, en donde un ex funcionario municipal de plena confianza del Intendente aparecía como miembro de la empresa española que prometió puestos de trabajo que nunca llegaron; la eterna promesa de las 272 viviendas; la compra de piedras de menor calidad y valor a la indicada a través de licitación pública Nº 4/17, entre otras. 

 

Esperamos que éste no sea otro caso en donde “si pasa, pasa”, y que se investigue a fondo a todos los implicados en esta tosca maniobra en detrimento del patrimonio de todos los y las chacabuquenses.

 

La Corriente de la Militancia Chacabuco

No son cuentapropistas, es corrupción