¿La unidad alcanzada por el radicalismo provincial y de Chacabuco refleja la real situación partidaria?
La unidad local fue un trabajo arduo e interesante que refleja la situación interna. Desconozco la profundidad de la realidad provincial porque me alejé de algunos lugares hace tiempo, pero me parece que también es producto de un esfuerzo de todos los dirigentes. Hoy vivimos tiempos distintos, con desafíos diferentes y otros parecidos, como sostener la militancia, buscar objetivos claros, contener a todos. A nivel local nos vamos a enfocar en ofrecer alternativas y herramientas para la gestión, para lo que quisiera trabajar en una usina de pensamientos, de ideas, de propuestas y también de defensa de lo que los radicales podemos aportar y ofrecer a la comunidad chacabuquense. Que el radicalismo haya elegido mi nombre es un halago y un desafío muy importante. La unidad radical es genuina, es lógica, porque se vienen tiempos duros. De aca en mas hay que reconocer aciertos y estar dispuestos a debatir sobre los errores. Creo que vamos a sumar a la mayoría de los radicales y confío en la voluntad de los hombres y mujeres que han plasmado su firma en este acuerdo.
¿Cuál es tu postura respecto al debate que plantea Facundo Manes y divide las aguas entre dialoguistas y quienes asumen posiciones extremas que se chocan con los principios históricos de la UCR?
No seguí de cerca los dichos de Manes y quiero ser cuidadoso. No es Manes, no es Lousteau, no es Morales, el radicalismo debe buscar su verdadera identidad y plantear sus propuestas con sus valores históricos. Cada una de estas instancias electorales son el momento para debatir qué tipo de propuestas vamos a llevar a la gente. Por supuesto estoy a favor del diálogo, que no significa debilidad. Raúl Alfonsín tenía y ponía lo que hay que tener y decidía con convicción y honestidad. Mientras eso exista, me quedo tranquilo. De todos modos, lo que nos falta es trabajar hacia adentro para saber qué queremos a la hora de negociar con nuestros socios, para saber con qué propuestas vamos. No hay otra fórmula. Volviendo sobre los dichos de Manes, creo que trató de decir lo que toma de la gente, el voto independiente, que siempre fue una voz emparentada con el radicalismo, que es la que pide que se corte con el juego perverso de los extremos como forma de guerra de juntar votos. Manes toma eso y lo transmite. Igual creo que faltan ámbitos de debate orgánicos. Personalmente no estoy a favor de los extremos y no he acompañado algunas medidas del gobierno de Juntos. El PRO no debería molestarse por estos debates y deberíamos ser sinceros entre nosotros.Cambiemos sabe que hay una nueva oportunidad de gobernar pero no está entendiendo cómo construir una alternativa desde una perspectiva superadora y entendiendo lo que pasó en el 2019. De todos modos, todavía la gente no está convencida de que seamos una opción inmediata, creo que tenemos que trabajar para eso.
¿Los trascendidos del nombre de "Nana" Aiola fueron una operación para bajar el precio de la nueva conducción?
No creo que haya sido una operación aunque hubo muchos trascendidos y dentro de eso el nombre de "Nana". El tema es que si son cuestiones separadas se le puede hacer daño al partido. Cualquiera de los nombres que había en danza podían ser ciertos. Pero sí son operaciones nunca son buenas para el partido. De todos modos, insisto en que en mi entender no pasaron de rumores.
¿Será esta nueva conducción radical la que participará de las decisiones de gobierno que Aiola prometió en el año 2015?
Lo importante es que el carro camine, hay que moverlo para que haya retroalimentación entre partido y gestión y debe haber voluntad de ambas partes. Debe haber diálogo sin confundir roles, siempre aseguré que el Comité no es una área municipal ni un tribunal de conductas. Debe ser una herramienta que le aporte en el mejor de los sentidos. La crítica y la defensa son siempre buenos aportes y para eso hay que escuchar a los militantes, siempre lo hago. Pero también hay que escuchar al intendente y a sus funcionarios, de esa manera se construye una masa política que es lo que necesitamos para que prospere la gestión y el radicalismo.
¿El compromiso que acabas de asumir condiciona tu proyecto de suceder a Aiola?
Mi proyecto personal es un proyecto partidario, de ver al radicalismo fortalecido. No tenía idea de volver a este lugar, aunque un grupo numeroso -no quiero presumir en el adjetivo- me lo propuso y me emocioné hasta no poder decir que no. Ahí se terminan las especulaciones, lo decidirá Dios para que está Lisandro Herrera en el radicalismo. La idea es cerrar heridas, presentar propuestas y colaborar con el intendente Aiola, porque lo necesita también. Eso es lo que hoy me convoca, pero también seguir en mi rol de concejal y aportar como buen radical. Lo que mas me importa es que el día que no esté en ningún lugar, a nadie le haya quedado dudas de mis actitudes y de mi honestidad.
