miércoles. 24.04.2024

Le pegamos con las dos

La semana pasada, mientras uno de los dos presidentes argentinos, Alberto Fernández, ejercía de anfitrión en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños(CELAC) el otro, recientemente asumido, Sergio Massa, se presentaba en el encuentro del Consejo de las Américas. Casi en simultáneo, Fernández castigaba discursivamente a Estados Unidos en tanto Massa era aplaudido por el embajador del imperio en nuestro país.

En el marco de la cumbre de la CELAC, Alberto Fernández repudió el bloqueo que padecen Venezuela y Cuba por parte de Estados Unidos: "Debemos trabajar unidos para que los bloqueos se terminen en este continente. Tenemos dos países bloqueados y eso es imperdonable", manifestó. El mandatario dijo que sufre "profundamente" cuando escucha que Cuba desarrolló "4 o 5 vacunas contra el covid-19 y no las puede industrializar porque carece de la capacidad financiera para dar salud a todos los pueblos del mundo", debido a las sanciones que la Casa Blanca mantiene sobre la isla desde hace "seis décadas", recordó.

Al hablar sobre el conflicto en Ucrania, Fernández criticó duramente el rol que ejercen allí las potencias occidentales, lideradas por Estados Unidos, diciendo que se trata de “una suerte de promotores pasivos de la guerra, que no mandan tropas pero mandan armas, y dejan que toda esa zona se recaliente, que el conflicto escale y que las vidas se sigan perdiendo”.

El presidente argentino destacó que “ya no es un conflicto de Rusia con Ucrania, es un conflicto que afecta a toda la humanidad, afecta al sur del globo, y afecta a América Latina también”. “Esto hay que terminarlo”, enfatizó.

En su discurso, Fernández propuso avanzar en el "fortalecimiento institucional" del bloque que reúne a 33 países de América latina y el Caribe. "Sería bueno que Argentina inicie el proceso de institucionalización de la Celac. Hasta aquí somos un grupo de países que conversa y analiza, pero no toma decisiones de conjunto y es hora de que lo hagamos", reclamó, y apeló a la "memoria de la Unasur", señalando que ese podría ser el camino para que la Celac "adquiera otra fuerza, otra dimensión y, además, nos represente adecuadamente, que nos permita tomar una decisión comunitaria" y que no quede al "arbitrio de cada país".

Una presentación bastante redonda, aceptable para un gobernante sudaca que debe plantar bandera ante el intento de Washington de avanzar sobre los territorios ubicados al sur del Río Bravo, su zona de influencia inmediata.

La otra cara

Council of the Americas es una entidad nacida a comienzos de la década del sesenta del siglo pasado. Originalmente se llamó Grupo Empresarial para América Latina y fue creada y auspiciada por David Rockefeller por encargo del entonces presidente norteamericano John F. Kennedy. El objetivo era contener el impacto de la Revolución Cubana en el resto de América Latina. Desde entonces y hasta hoy, esta plataforma contiene la mayor parte de las inversiones privadas estadounidenses en Latinoamérica. Se reúne en distintos países hispanoamericanos una vez al año para debatir los modelos económicos de las distintas naciones y los sectores políticos que los sustentan. Es decir: esta estructura es un brazo institucional del imperio para ejercer influencia directa sobre los gobiernos del barrio.

Su 18a edición fue celebrada el jueves pasado en Buenos Aires, de manera virtual, y organizada junto a la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) cuyo titular es Natalio Grinman. Junto a Susan Segal, presidenta y CEO de Americas Society/Council of the Americas, oficiaron de anfitriones.

El primer disertante fue Horacio Rodríguez Larreta. El alcalde cambiante anticipó un concepto que luego levantaría polvadera: “Nunca vamos a resolver los problemas si seguimos alimentando la grieta". Por supuesto que en modo candidato tiró flores hacia el sector empresarial: “Es muy importante bajar los impuestos, construir reglas claras del juego”. Dicen que cualquier candidato derechoso de Latinoamérica debe tener por lo menos una buena presentación en este foro de sabandijas para ser bendecido por el imperio.

Luego, en tan distinguido escenario apareció Massa, presentado como “un amigo de la casa” por Grinman. El líder del Frente Renovador saludó el rol del Consejo de las Américas “para fortalecer el vínculo entre Estados Unidos y Argentina”. En sintonía con el mandatario porteño, arriesgó: “En los próximos meses no hay elecciones, hasta marzo-abril no empieza la temporada electoral. Sería bueno aprovechar para encontrar acuerdos o consensos básicos para el desarrollo de la Argentina”.

Esta idea fue el eje de la disertación de don Marc Stanley, el embajador de Estados Unidos en estas pampas. El representante imperial aprovechó el evento para dar instrucciones sobre lo que habría que hacer en Argentina, en una muestra explícita de intromisión imperialista en la política local: "Hagan una coalición ahora y no esperen la elección de 2023", ordenó. Ante semejante barbaridad, al otro día debió salir al cruce la vocera presidencial: "Empecemos por casa para hacer coaliciones. Es muy fácil opinar desde afuera sobre otro país" dijo Gabriela Cerruti. El espacio de esta columna se agota, de manera que cerremos con un interrogante: ¿La posición argentina es la mostrada por el presidente Fernández en la cumbre de la CELAC, o es la expresada por su colega Massa en el Consejo de las Américas? Pueden enviar respuestas al mail del diario.

Le pegamos con las dos