miércoles. 24.04.2024

En medio de una seguidilla de anuncios que realiza el gobierno municipal sobre contrataciones de bienes, servicios y obras de infraestructura, está claro que la construcción de viviendas no ha estado nunca en la agenda de prioridades. Lejos de eso, la historia del anuncio del plan “Techo Digno”, está plagada de desaciertos, desprolijidades, precarización en el improvisado comienzo y un final abierto que incluye la inminente posibilidad de demandas por incumplimiento de contratos contra el Estado municipal. 

Corría el año 2017 cuando el actual intendente Víctor Aiola, prometió ejecutar 272 unidades habitacionales a través de un sistema alternativo para la edificación de casas apareadas de aproximadamente 50 metros cuadrados cada una. En la previa se contrataron trabajos preliminares sin ajustarse a las normativas vigentes en la materia, incluido el desembolso de un anticipo financiero a la Cooperativa de Trabajo La Fortaleza que nunca llego a realizar las tareas comprometidas. Asi las cosas, entrada la campaña electoral del año 2019, el Jefe Comunal de Chacabuco apuesta a poner en marcha la construcción de 132 de esas unidades, y en condiciones financieras de precariedad se firman los contratos entre tres empresas locales - Belfortti, Vargas e Hipolito Yrigoyen 800- y el propio municipio. Los beneficiarios pusieron sus expectativas en la inminente posibilidad de resolver el angustiante problema de la casa propia, pero a poco de andar volvió a confirmarse que seria un sueño trunco. Pasaron siete años desde la llegada de Aiola al poder y en Chacabuco no se entregó ni una sola vivienda por parte del Estado municipal. Mas allá de las negociaciones anunciadas por el propio gobierno, lo cierto es que en ningún momento se pensó en disponer del millonario presupuesto que viene recibiendo la actual administración durante los últimos años para dar continuidad a los trabajos iniciados.

 

Sin novedades sobre la continuidad de las obras