Mirando al vacío, sentada en el mismo lugar donde hace más de diez años transcurre su vida y aunque parezca desconectada del aquí y ahora, mi suegra suele recordar un dicho popular cada vez que algún cruce de palabras amerite la referencia: "Las segundas partes nunca son buenas". Se me ocurrió que algo de esto pasa en la política de Chacabuco. En el poder real que funciona en la casa de gobierno de Reconquista 26. Víctor Aiola, fue un audaz y un visionario al mismo tiempo. Supo leer el proceso de descomposición que vivía el peronismo en estas pampas, luego del resurgimiento que había tenido de la mano de Julián Domínguez y la vieja Liga Federal. El resultado electoral del 2015 confirmó las sospechas que apenas un puñado de aficionados habían empezado a señalar tiempo antes. El nuevo intendente aprovechó los coletazos del proceso de desintegración del PJ para buscar un lugar en la historia de los caudillos radicales como Apolinario Tonelli, Don Julio Etchegary y Osvaldo Rodrigo. Los dos primeros años de su primer mandato despertaron el interés de su electorado y hasta sembró banquinas . Los que frecuentaban el Palacio y la dinámica cotidiana enseguida hicieron algunas advertencias. Incluso el mismo Osvaldo Rodrigo, en su última aparición publica y quien fuera su secretario de Gobierno Jorge Pérez, organizaron un pequeño mitín en una confitería céntrica para desagraviar al Dr. Carlos Costa, quien había sido expulsado de la gestión por denunciar hechos de posible corrupción. Ese día, aunque tal vez muy pocos pudieron advertirlo, comenzaba a ponerse en duda la consistencia del cambio profundo que el pediatra había prometido.
Un derrotero sin fin
A pesar de que en cualquier laboratorio de la política doméstica ya se tenia el ADN del modo y la forma con que Víctor Aiola gobernaba y construir poder, una abrumadora mayoría le permitió ser el primer radical con estadía por 8 años en la casa municipal. Pero el mismo 10 de diciembre del 2019, comenzó a transitar el camino de "las segundas partes", que este cronista se anima a ponerle alguito de duda a la vieja sabiduría y agrega que "muy pocas veces suelen ser buenas".
Declaración de estado de quebranto de las cuentas públicas que el mismo Gobierno había administrado y designación de algunos funcionarios claves que venían de CEO o propietarios de empresas privadas, eran señales para tener en cuenta. Al mismo tiempo era de público conocimiento que se pretendía modificar “matricialmente” la dinámica del día a día. Nerón Chari intentaría producir un cambio "medular" a la gastada matriz burocrática, mientras desde la Secretaria Privada, empezaban a ocuparse de la limpieza y cosmética general del edificio y de los recursos humanos que merodeaban el despacho principal. Entre las elecciones del 2019 y el rearmado del segundo gabinete esta la clave del tiempo actual. La pandemia, encierro mediante, se ocupó del resto. Hoy se piantan lagrimones sobre la leche derramada. La implosión y las pérdidas por goteo marcan un derrotero sin fin.
Con nombre propios
Si las segundas partes son difíciles, ni hablar de ir a buscar a una novia despechada o algún compañero de travesuras que lo dejaste de a pie. Si el mitín de la confitería La Strada fue un punto de inflexión en la prometedora carrera política de Aiola, el regreso a las primeras filas de "Pipo" Gómez, Darío Ciminelli y Mario Ferraresi, son, sin dudas, el síntoma de haber olvidado repasar el manual de estilo. Gómez(ex Delegado de Rawson y ahora también ex secretario de Servicios Públicos) dejo al descubierto las sospechas de corrupción de las que hablaba Carlos Costa. En el corralón municipal se contrataban y pagaban trabajos que no se hacían o que los ejecutaban los mismos empleados. Tiempo atrás, la decisión que tomó Marcelo Loyolla, cuando dejó la cartera de Seguridad, puso en evidencia que no habia ni relevos para dar aire a una área demasiado sensible. Darío Ciminelli se había ido porque, además de estar expuesto en varias denuncias (venta de motos que se cargaron para desguace, por ejemplo) de la oposición, también quedó a la intemperie por cuestiones personales que hoy ranquean en los primeros lugares de las agendas públicas y son cosa juzgada con la simple sospecha. Inventar una supersecretaría para su retorno fue una confirmación del camuflaje elegido. El caso de Mario Ferraresi se diferencia de los dos anteriores porque fue reconocido por propios y extraños como un puntal clave de los primeros cuatro años. Estuvo entre las víctimas del operativo limpieza, le fue negado el derecho a ocupar una banca de concejal y pagó un precio alto con su salud. Cuando reaccionó, se despachó a través de las redes sociales. Se sacó la bronca, disparó para todos lados. Un día, decidió volver. Ahora se convirtió, junto con Ciminelli, en vocero de un Gobierno que vive un enorme desgaste intramuros. Ante el pedido de informes sobre una empresa de transportes de pasajeros, Ferraresi quiso justificar a un familiar a quien por error se le depositaron tres millones de pesos por una factura de trescientos mil. “Se envió una carta documento y la empresa devolvió el dinero” dijo el Secretario de Gobierno. El reintegro de un monto 9 veces mayor al importe de la factura emitida no debería requerir de ninguna intimación para ser devuelto de inmediato. La obviedad sobra para remediar espontáneamente. Para demostrar efectivamente cómo y cuándo volvió la plata a la cuenta del estado basta con exhibir los movimientos bancarios.
Se vienen las votaciones
Mientras tanto nos acercamos al cronograma electoral del 2023. PASO ,General y Ballotage . Ayer Macri confirmó que no será candidato. En el PRO festejaron. Está claro,no son un partido político, sino una Sociedad Anónima creada para hacer negocios. El jefe seguirá siendo jefe. En definitiva, hace más de 30 años que Magnetto se atrevió a decirle a Raúl Alfonsín, que el cargo de presidente “es una cuestión menor”. Ahora los radicales son parte de la S.A macrista y saludan su decisión.
En Chacabuco, también se empiezan a jugar tiempos de definiciones. Aiola le habia devuelto la esperanza a los radicales, a los independientes, a los gorilas, porque no. El peronismo le dio más de una oportunidad. Su “segundo tiempo” se parece más al principio del final. Algunos se anotan para sucederlo. Puede ser que mi suegra, anciana y golpeada por la vida, no repita dichos definitivamente irrefutables. Por las dudas, para abundar, como para que lo tengan en cuenta los aspirantes a la sucesión, vale recordar la frase de Luis María Macaya, un dirigente de la renovación peronista de los 80, "Cuando lo que nace se une a lo que muere, nada nace ,todo muere". Agrega este cronista y cierra, guay de querer desmarcarse en las malas.