viernes. 19.04.2024

 

Los números mandan y ponen claridad a algunos debates pendientes. Uno de ellos es cómo se planifica gastar los recursos que maneja el Estado Municipal que a veces suelen ser escasos. Más allá de declamaciones acerca de una agenda que debería definir políticas de estado, hoy se puede verificar que los gastos e inversiones no son resultado de la planificación sino de las decisiones que sobre la coyuntura -a veces sin aplicar el sentido común- toma el equipo municipal de Gobierno.

En horas de la mañana se abrieron las ofertas de la licitación publica 8/2022 para la construcción del Jardín de Infantes 917 que se implantará en el barrio Alcira de la Peña. Una inversión acertada para acercar la educación a los barrios periféricos. La propuesta más ventajosa correspondió a la empresa Martín Admiraal, por un monto de aproximadamente 48 millones de pesos con los que propone ejecutar un edificio de 400 metros cuadrados, llave en mano. Mientras tanto, en un rato, el intendente Aiola va a inaugurar la iluminación de la plaza San Martín donde decidió invertir por contratación directa más de treinta millones de pesos, es decir, el equivalente para construir un nuevo establecimiento preescolar de unos 250 metros cuadrados a valores de hoy, que podría cubrir los requerimientos de otro barrio. En el mismo día, dos actos públicos de la gestión Aiola y su equipo de gobierno que sirven para verificar las contradicciones en las que suelen quedar enredados a la hora de explicar cómo se ejecuta un presupuesto público que a esta altura debe superar los cinco mil millones de pesos.

 

 

 

Un jardín de infantes por 48 millones y más de 30 millones para iluminar la Plaza