-Hay una sensación de incertidumbre después de la publicación de la carta de Cristina, ¿qué se puede esperar?
-A partir de la carta de Cristina, lo que sentimos desde la militancia es tristeza. No por la decisión de no ser candidata, que ya la venía manifestando. Sino por las condiciones en las que se toma esa decisión. No tiene que ver con un deseo de ser o no ser, sino con una decisión política frente a la embestida mediático-judicial que viene sufriendo Cristina y a través de ella, todo el movimiento nacional y popular. La suspensión de las elecciones provinciales es una muestra de lo que podría pasar si fuera candidata, y ella ya había manifestado que no iba a arrastrar al peronismo a pasar por una situación así. La otra parte fundamental -y lo decíamos en el 2015 cuando repetíamos que el candidato es el proyecto- es que Cristina habló de un programa de gobierno, para que sea quien sea que ocupe ese lugar de candidato, respete ese programa y pueda generar algo de satisfacción democrática. Parece que la democracia no termina de cerrarle a tantas personas porque no ven garantizados sus derechos, por lo que empiezan a replicar discursos de odio, de derecha, frente a los propios intereses de las mayorías. El contrato electoral que proponíamos no cumplió satisfactoriamente las expectativas de la gente, y por eso tenemos tantas diferencias con el presidente y con sus representantes del gobierno nacional, por lo que de acá en adelante debemos poner de manifiesto un programa que se respete, sea quien sea.
-Quien sea el candidato, ¿está a tiempo de mostrar una propuesta superadora, y de pensar en ese programa?
-Sí, incluso se están dando plenarios y en todas las básicas del país se están juntando las compañeras y compañeros para pensar en ese programa. Este sábado tenemos en Junín un encuentro de la militancia en el marco de la Cuarta con Cristina, un armado que empezó a pensar en 2016, para generar las condiciones de posibilidad de que se puedan discutir estos temas. Y para levantar la proscripción necesitamos de todos los vecinos y vecinas porque no van a ser cuatro dirigentes iluminados los que lo definan, sino que necesitamos que sea participativo. Las cuestiones básicas que hay que discutir es cómo se va a resolver el desendeudamiento, que condiciona cualquier política pública, la necesidad de fortalecer el sector industrial, pensar estratégicamente el crecimiento en un año de buenos pronósticos para el campo, la soberanía energética que nos va a dar el gasoducto Néstor Kirchner. Para que un año auspicioso pueda ser disfrutado por todos los argentinos, y no que se lo lleven los cuatro vivos de siempre. Cuando hablamos de programa hablamos de respeto por la democracia y de bases que desde el peronismo debemos defender.
-Las PASO son un instrumento generado por el peronismo, ¿es el momento de abrir el juego a aquellos que están levantando la mano?
-Creo que con el nivel de fragilidad democrática, no se puede estar pensando en PASO sí o no. Es una posición personal, frente a los problemas que está viviendo la gente -nuestras familias, nuestros amigos- cuanto más grado de unidad se pueda generar, mejor. Porque las PASO dentro del peronismo no suelen ser tranquilas. Eso sí, esa unidad no puede ser a costa de renunciar a banderas, ni puede ir en contra del compromiso que asumimos con la gente, no puede ser a costa de lo que debemos representar. Tenemos que hacer todos los esfuerzos para generar una síntesis superadora y que nos permita dar la mejor contienda.
-La decisión de Cristina, o lo que suceda de cara a las PASO a nivel nacional, ¿puede afectar la unidad que se viene consolidando en Chacabuco?
-En el peronismo local se viene trabajando en un marco que no tiene que ver con lo electoral. Hay una unidad a la hora de trabajar, con diferencias, pero con el objetivo de poder recuperar el Municipio para que esté abierto a los vecinos. No sé qué puede pasar hasta el cierre de listas, pero no creo que afecte el proceso de unidad con el que venimos trabajando el 98% de los compañeros y compañeras que militamos. La mayoría está trabajando por esa unidad, más allá de la contienda electoral. Y eso es muy valioso.
-En la primera nota que nos diste como diputada nos dijiste que no pensabas legislar para declarar de interés el Día de la papa frita, ¿cuáles son los hitos que podes destacar en estos años?
-Tenemos varias iniciativas en las que se trabaja, y otras que fueron aprobadas. Que tengan que ver con Chacabuco, la más importante es darle el carácter provincial a la Fiesta del Alfajor y a la de la Primavera, que son fiestas que convocan mucha gente, y al tener el rango provincial aparecen en los calendarios oficiales, y tienen más posibilidades de conseguir financiamiento y de seguir creciendo.
Con el Municipio, trabajamos con gestiones para acercar políticas públicas, en muchos casos hemos tenido una buena respuesta como el caso de las ambulancias, o las combis.
-Según representantes del Estado Municipal, no se puede avanzar con políticas que tengan un impacto en la economía local, ¿Chacabuco es un terreno fértil para la instalación de nuevas empresas?, ¿puede el Gobierno generar dispositivos productivos que hagan crecer la economía?
-Hay una inacción muy grande con todo lo que tiene que ver con el crecimiento de Chacabuco, desde lo productivo, el contacto con los empresarios, los trabajadores. Chacabuco tiene un pueblo laburador, tiene todas las condiciones dadas, de ubicación, de tierras, y potencialidad por todos lados. Pero no hay voluntad política, no hay imaginación, y es preocupante que los propios funcionarios se hagan cargo y no se pongan colorados. Creo que con gestión y sobre todo con un gobierno provincial como el que tenemos, que acompaña cada consulta que llevamos. Y viendo cómo crecen otros municipios y cómo se desarrollan políticas públicas, incluso con experiencias que sabemos que funcionan desde la autonomía municipal, es preocupante. Lo que tenemos que pensar como comunidad, es si nos vamos a conformar con eso, o si queremos un Chacabuco próspero, no desde un sentido vacío, pensando una dirección, una proyección. Sino también pasa que llegan empresas de afuera, y esa plata se va del pueblo. Tenemos que pensar en el desarrollo de la ciudad, y es muy difícil con un gobierno que no tiene ninguna política pública de acompañamiento.
