viernes. 26.04.2024

Aiola va a gastar 22 millones de pesos por día

Para el próximo Ejercicio Económico Financiero, el intendente Víctor Aiola va a disponer de unos ocho mil millones de pesos, equivalentes a una alcancía diaria superior a los veinte millones. Esto es así, porque de acuerdo al presupuesto provincial, el Gobierno de Axel Kicillof, estima una masa de recursos coparticipables de 815 mil millones de pesos y según el coeficiente de reparto, solo por ese concepto, Chacabuco recibirá seis mil setecientos millones. Qué importancia tiene en esta ecuación el mayor nivel de actividad económica y cómo el flagelo inflacionario es una herramienta para licuar pasivos del Estado y disponer de caja para disciplinamiento político. Los empleados municipales como variable de ajuste.

 

Aunque de esto no se hable en público y mucho menos si se es parte de la oposición, lo cierto es que los procesos inflacionarios son una herramienta al servicio de los gobernantes que necesitan licuar pasivos, ajustar salarios y armar cajas de dinero en efectivo para disciplinamiento político que permita proyecciones electorales. El caso del Municipio de Chacabuco es uno de los tantos que se dan a lo largo y a lo ancho del pais, más allá del color político y que también se hace extensivo en el caso de los gobernadores de provincia. Pero además, no todos los procesos inflacionarios tienen el mismo impacto. En eso también la comuna de Chacabuco es un caso que sirve como ejemplo para analizar estas variables y sus repercusiones en las cuentas públicas. Víctor Aiola transitó los primeros cuatro años al frente de la Municipalidad con un gobierno Provincial y Nacional del mismo color político y premio con una banca multimillonaria en el Senado bonaerense a quien fue su segundo secretario de hacienda , el Cr. Agustín Máspoli, que habia prometido un equilibrio en las finanzas por entonces titulado “administración autosustentable”. Lo cierto es que Aiola terminó su primer periodo de intendente, ganó las elecciones del 2019 y de inmediato declaró la Emergencia Económica Financiera, a pesar de que el gobierno macrista-radical se habia endeudado en más de 90 mil millones de dólares y la inflación también hacía estragos. 

 

Recesión e inflación

Según explica un experimentado dirigente político y conocedor de los números del Palacio, en promedio “todos los procesos inflacionarios son la mejor receta para mostrar resultados de cuentas públicas equilibradas” y agrega un dato importante “ por supuesto que no es lo mismo inflación con recesión que inflación como niveles aceptables de actividad”. De ahí, y siempre según el mismo interlocutor, se desprende que como la coparticipación va ligada de manera directa a la recaudación del impuesto a los Ingresos Brutos, con los actuales niveles de actividad y aumento de precios por inflación, la masa coparticipable crece y se distribuye de manera automática de acuerdo a los coeficientes de reparto preestablecidos. Cualquier vecino o vecina, sabe que en general el Estado paga con demora y aunque si bien es cierto que el cada vez más reducido universo de quienes realizan contrataciones de bienes y servicios con el mismo, “se cubren” con el precio de comercialización, salvo excepciones, siempre terminan cobrando lejos y mal. En paralelo, los salarios de los más de dos mil empleados públicos, también pierden contra la inflación y son variable del ajuste que permite la acumulación de un ahorro no genuino. Aumento en los ingresos por coparticipación, licuación de pasivos corrientes y regateo en las paritarias, es la fórmula que le permite a Víctor Aiola llegar a una nueva instancia electoral con poder de disciplinamiento y capacidad de penetración en sectores vulnerables propios y ajenos.   

 

Elecciones 2023 o reformas estructurales

Si bien hasta ahora el intendente de Chacabuco no ha dejado trascender cuál será su lugar en las proximas elecciones, pareciera que busca despistar y tal vez por eso se muestra tanto con el presidente del Concejo Deliberante Lisandro Herrera, uno de los que ha manifestado su intención a sucederlo. Por lo pronto, Aiola se asegura el manejo de una caja fuerte multimillonaria de más de veinte millones de pesos por día, que podrían servir para encarar un programa de reformas estructurales que necesita el Estado municipal y que prometió con su llegada a la actividad política, pero no fueron prioridad en estos siete años. Lo más probable, lo que el manual tiene escrito a fuego, y que se ventila en los pasillos del principal edificio público de la ciudad, es que esa plata ya tiene destino. A poco de anunciar las medidas de ajuste, todavía en la pre pandemia, un funcionario de primera línea aseguró “vamos a ordenar las cuentas y Víctor (Aiola) tendrá plata para hacer política”. Mientras la inflación sigue siendo el flagelo que empobrece a millones de personas, paradójicamente es un recurso para licuar pasivos y ordenar desmanejos de las cuentas públicas. Por lo pronto no es un dato menor, frente a la inminente batalla electoral post mundial, que el actual alcalde de Chacabuco vaya a disponer de la billetera más gorda en términos constantes, que desde 1983 a la fecha se tenga registro.

 

Aiola va a gastar 22 millones de pesos por día