martes. 16.04.2024

En la tarde del último viernes, el Ingeniero Fabio Di Palma puso su renuncia con carácter indeclinable sobre el escritorio de su par de gobierno, Ignacio Orsini. Son situaciones incómodas cuando se trata de interrumpir un trabajo colectivo, que necesariamente genera una red de vínculos hacia arriba y hacia abajo de la estructura a cargo. La renuncia de Di Palma no es una anécdota mas en estos 7 años de Víctor Aiola. Se produce en el momento en que el Jefe del Gobierno local busca darle impulso a la gestión con la puesta en marcha de nuevos proyectos y la continuidad de otros en ejecución. Una veintena de carpetas voluminosas, con condicionamientos burocráticos, exceso de especificidades técnicas y problemas de actualización de precios en un contexto inflacionario. Si bien la suma de esas complejidades agobia hasta al mas baquiano, además hay que saber ensamblar las respuestas de las tareas a cargo con los tiempos políticos y la dinámica de intereses contrapuestos en el interior del mismo gabinete. 

Hace algunas semanas, hacíamos referencia a un esquema de mayor concentración de poder con delegación exclusiva de facultades. A través de ese formato gobierna Aiola en los últimos dos años. La semana pasada los parroquianos de nuestra clásica viñeta hablaban de funcionarios "en disponibilidad". 

Fabio Di Palma se arrimó a la política antes que a la gestión. Fue parte de equipos técnicos que se gestaron al calor del entusiasmo que despertó el primer periodo del pediatra en el palacio de Reconquista 26. Luego llegó a la Secretaría de Obras Públicas y en el mientras tanto acompañó a Nacho Orsini en las PASO 2021. El viernes decidió cerrar esta etapa para continuar con sus emprendimientos privados y "dedicar más tiempo a la familia". 

Ayer hubo cerrado hermetismo en torno a un futuro reemplazante. A esta altura, la primicia del "nuevo nombre" pierde todo tipo de relevancia. Di Palma, se suma a la larga lista de colaboradores de Aiola que se van de la función pública. En su balance habrá ganadas y perdidas. Por estas horas su decisión implosiona el aparato de poder político que rodea al intendente. Corre un frío aterrador en los despachos oficiales. No todos y todas están dispuestos a abandonar la zona de confort. Como si no entendieran lo que es estar "en disponibilidad". Quien quiere oir que oiga.


 
A buen entendedor...