jueves. 02.05.2024
El adiós a un legendario del TC

Vecinos y familiares despidieron a Tito Urretavizcaya

Centenares de vecinos se movilizaron hasta el Palacio Municipal para despedir a uno de los máximos ídolos del automovilismo local, Roberto Tito Urretavizcaya. El velorio finalizó a las tres de la tarde, cuando arrancó el cortejo fúnebre hacia el cementerio. Más de quinientas personas aguardaban debajo de las escalinatas para aplaudir a “El vasco”, parte de la época dorada de la categoría automovilística más importante del país. 

Despiden a Tito Urretavizcaya
Despiden a Tito Urretavizcaya

Chacabuco despidió a uno de sus máximos ídolos. Roberto “Tito” Urretavizcaya, expiloto del Turismo Carretera, falleció el martes por la mañana después de permanecer más de un mes internado en un centro de salud de la ciudad de Junín. Durante casi veinte horas, la casa de Gobierno local abrió las puertas a la comunidad y centenares de vecinos se acercaron para darle un último adiós. 

 

Veinticinco años en la pista y diez consagraciones le permitieron ser parte de la historia fierrera sin fisuras: dirigentes del automovilismo, familiares, decenas de amigos, fanáticos, representantes de la vida institucional y de todo el arco político estuvieron ahí. Además, colegas y personalidades vinculadas a la ACTC, de la que era parte. 

 

Entre tantos de los que se hicieron presentes para despedirlo estuvo el múltiple campeón de la popular categoría Guillermo Ortelli, quien destacó a Tito, como la de uno de los pocos pilotos que supo ganarse el cariño de todos, sin importar las marcas y agregó una frase conmovedora: “Fue un pasional, Urretavizcaya era un sinónimo del Turismo Carretera".

 

De la misma manera, el excorredor Jorge Alberto Oyhanart se acercó a la ciudad para despedir a Urreta, y conmovido dijo “era como yo, el tipo andaba más que el auto, y eso la gente lo valoraba mucho, siempre venía jugado, le daba y cuando el auto lo aguantaba, era posible ganador”. 

 

Antes de finalizar la ceremonia, Rodolfo Cristales, amigo del excorredor, leyó una única carta que Urreta tenía colgada en su living y que rezaba: “Todo terreno, ímpetu de piloto, totalmente aguerrido, organizador de despistes, único corredor con más carreras insólitas ganadas, respetado por las cuatro hinchadas, responsable a los reglamentos (nunca trucho), emprendedor en pegar plotter, tesonero en conseguir publicidades, animador de todas las carreras, veloz en las curvas y rectas, imposible pasarlo cuando tiene el auto, sagaz en las chupadas, concentrando arriba del auto, alegre siempre inclusive cuando las cosas no se dan, ya te fuiste afuera, amable y querido por todos los fanáticos. La leyenda continúa”.  

 

Con el aplauso de alrededor de quinientas personas dispuestas bajo el sol fuera del Palacio, el cortejo fúnebre inició su recorrido. Hubo quienes animaron a cantar por última vez al piloto: “Urreta no se va”. Luego, los vehículos escoltados se dirigieron hacia el cementerio local. 

 

Urretavizcaya, muy querido en su ambiente, falleció a los 65 años. Formó parte de una camada de pilotos que nació en los circuitos de ruta semipermanente. En la época en que el TC se corría en rutas, “Tito” era un ídolo por ir a fondo sin temor a las situaciones de peligro. Ayer, recibió todo tipo de homenajes y condolencias a su familia por parte de las diferentes categorías del automovilismo nacional y centenares de personas lo recordaron a través de sus redes sociales con una coincidencia: era un profeta en su tierra, tenía el calor del pueblo.

 

Vecinos y familiares despidieron a Tito Urretavizcaya