viernes. 19.04.2024

Coordinado por Antonio López, se llevó a cabo ayer a partir de las 09:30 el primer Festival de Jineteada y Prueba de riendas, en un predio lindero a la Estación ferroviaria de San Patricio. El evento, que contó con la animación de Aníbal Montiel y Mario Banega, convocó a una importante cantidad de cultores y cultoras de la práctica de la doma y el folklore, en plena zona rural, en inmediaciones de tres conocidas estancias: San Marcos, El Ñandú y La Capilla, y a metros de la Escuela Primaria Nº30, homónima de la Estación. 

 

Destreza y coraje

En primer orden, siendo las 10:30, tuvo lugar la tradicional prueba de riendas, una competencia para la que se disponen 8 tambores a una determinada distancia de metros entre sí, con dos líneas de largada y una de llegada, cuyo recorrido se realiza en zigzag para luego realizar una carrera hasta la línea de llegada, ubicada a unos 10 metros del último tambor. Los participantes pudieron demostrar aquí su destreza en el dominio del caballo, debiendo evitar voltear tambores para no ser descalificados. 

En segundo lugar, tuvo su turno la rueda de crinas, donde cada jinete demostró su capacidad y coraje para montar animales en condiciones de máxima exigencia, sin ningún tipo de montura ni elemento, con excepción de una rienda, de donde se sostienen para intentar permanecer durante 8 segundos sin caer. 

 

El fogón

No faltó el tradicional fogón, para que en una pausa al mediodía pudieran comer los participantes, mientras que los asistentes se acercaban para adquirir de una generosa parrilla una variedad de exquisiteces preparadas por expertos asadores. También se dispusieron freidoras en la que mujeres se dedicaron a abastecer a un numeroso grupo de niños y niñas que participaron del encuentro, algunos vestidos con las ropas gauchescas tradicionales, aportando un color especial al evento. 

 

Puestos de indumentaria y platería criolla

Como ocurre en muchas jineteadas, se emplazaron en el lugar puestos de comerciantes de productos propios de la zona rural, donde brillaron los facones, algunos con detalles en plata o alpaca, así como rastras, cintos, bombachas, sombreros y alpargatas, frente a lo que varios aprovecharon para abastecerse. También hubo una variada oferta de elementos tales como mantas, cojinillos, riendas, bastos y otros enseres para utilizar a la hora de montar, así como lazos trenzados dobles y triples. 

 

El Payador

No faltó tampoco la voz principal al momento de las ruedas y los contrapuntos de tropillas, la del payador Alberto Bo, quien a base de improvisaciones y rimas floreó a los distintos jinetes a medida que se iban desempeñando. No mezquinó tampoco interpretaciones de diferentes géneros folklóricos en las pausas para el deleite del público que aplaudía ante cada intervención. Los animadores Aníbal Montiel y Mario Banega también hicieron gala de gauchismo con rimas camperas y vibrantes relatos de la doma que se desplegaba en el campo, como escenario principal de una tarde soleada en la que el clima acompañó de manera inmejorable. 

 

Contrapunto de tropilla en basto y encimera

Ya avanzada la tarde, tuvo su momento la categoría de basto y encimera, que si bien permite al jinete mayores alternativas a la hora de aferrarse al equino, ya que cuenta con estribos, los cuales no debe perder nunca, no por ello es menos complicada debido a que el tiempo en que el gaucho debe permanecer sobre el animal es mayor, siendo los 15 segundos los que marcan el toque de la campana para que los apadrinadores Martín Nogueira, Nacha Alarcón, Diego Agazzani y Pirulo Jacobs entrarán en acción para poner a resguardo a los jinetes. El broche de oro con bastos, tuvo lugar aproximadamente a las 18:00, para cerrar una exitosa jornada en San Patricio, en este primer festival que augura muchos más. 

 

A pura doma en San Patricio