La invitación abierta a toda la comunidad estaba prevista para las 20:00 en la Sociedad de Fomento Bernardino Rivadavia. Algunos minutos antes del inicio, Zanardi habló con Cuatro Palabras e hizo un breve repaso de la obra que lleva su firma. “Nació casi de la nada, eran audios para la radio de Uruguay y lo tuvimos que corregir y tuve la sugerencia de hacer un libro, que tiene 87 historias, sólo dos ficticias, el resto son verdaderas”, nos dice “El Gaucho” tal como se lo conoce en el ambiente del transporte de la música y del pueblo en general. Una de las cosas que nos interesó preguntarle a este camionero ya jubilado, tiene que ver con el impacto que en sus vidas tiene la mirada del otro. “El camionero siempre es incomprendido, tal vez porque la gente no conoce los pormenores del oficio, no tienen idea de lo que uno pasa arriba del camión, de no tener un baño adonde ir, una ducha. Somos marginales, todo el mundo se limpia las manos con el camionero”, afirma Zanardi. De inmediato, nos metemos en otra cuestión que atraviesa profundamente la vida de quienes se pasan la mayor parte del tiempo trabajando en las rutas, la familia. “En estos tiempos de la tecnología y del WhatsApp todo es mas simple, pero en los tiempos que yo andaba en el camión no habia teléfonos celulares, íbamos a la estación de servicio con monedas y llamábamos, escuchar que uno de los chicos estaba con problemas de salud y que la mamá tiene que enfrentar esas circunstancias en la soledad, es muy bravo”, dice Adalberto y agrega “uno se acostumbra a estar solo, la cabina y la radio te acompaña, por eso cuando venimos a la ciudad nos dicen que estamos locos y la realidad es que estamos acostumbrado a la soledad y somos tipos raros, pero lo de la distancia con la familia pesa mucho".
Llegó el día, es su día, y en breve lo iba a disfrutar junto a muchas personas que fueron a acompañarlo en este momento tan especial.
