Una nutrida cantidad de vecinos y vecinas acudieron ayer con sus vehículos a la estación de servicio YPF, donde se formó una larga fila en espera de poder cargar combustible ante el inminente incremento de las naftas tras la devaluación del 22% que finalmente anunció el Gobierno luego de las PASO. Tras las presiones del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno Nacional decidió avanzar con un ajuste del tipo de cambio oficial que se traduce en una devaluación del peso a cambio del desembolso de 7.500 millones de dólares para garantizar un nivel de reservas en Banco Central que permita controlar de acá en más la volatilidad del dólar paralelo. Esto tuvo su inmediata repercusión en el precio de los combustibles, y alarmó a los chacabuquenses, que se dispusieron a una extensa espera en la estación ubicada en Balcarce y Avenida Solís. Mientras tanto , empresas como Shell y Esso no esperaron el acuerdo de aumento con el Gobierno y se anticiparon incrementando sus productos entre un 15% y 20%.
