viernes. 19.04.2024

Empezó mal y terminó peor

Dos hechos vinculados a la salud alimentaria y al medio ambiente que conmocionaron la opinión pública se produjeron el día viernes en nuestra ciudad, y tuvieron como protagonistas a un conocido supermercado y al Municipio. Lo que comenzó siendo un problema de salud pública respecto a la venta de alimentos vencidos en Supermercado 2000, terminó en un debate sobre medio ambiente por un error del Municipio en el procedimiento de entierro de la mercadería decomisada que involucró a Bromatología, Tránsito, Defensa Civil, Habilitaciones y el área de Medio Ambiente.

El decomiso

Todo comenzó cuando por la mañana del día viernes desde la Dirección de Bromatología se presentaron junto a inspectores de Tránsito, Defensa Civil, y Habilitaciones en el Supermercado 2000, ubicado en acceso Hipólito Yrigoyen a metros de Avenida Solís, a realizar una inspección por varias denuncias de existencia de productos vencidos en las góndolas. "Hoy nos acercamos al local, hicimos la inspección de rutina, es una auditoría completa que se hace y al encontrar gran cantidad de alimentos vencidos, en algún punto adulterados también encontramos con la fecha de vencimiento borrada o cambiada; hemos decomisado gran cantidad de alimentos", explicó la directora de Bromatología, Josefina Campagnon en una gacetilla de prensa redactada desde Prensa Municipal.

Seguidamente, la funcionaria indicó que la inspección comenzó por el depósito, "ahí encontramos gran cantidad de alimentos, fiambres, lácteos vencidos que iban a ir a góndola y pudimos decomisarlos. Eso nos da tranquilidad. Con estos procedimientos la idea es proteger la salud de los consumidores".
 

Entierro, fotos y lluvia de críticas

Hasta ese momento el procedimiento municipal era correcto, la mercadería decomisada fue trasladada al predio del Corralón Municipal, lindero a las instalaciones de la dirección de Bromatología. Mientras tanto, en redes sociales se reproducían todo tipo de reacciones y comentarios respecto a lo sucedido en el supermercado, las críticas contra el comercio se multiplicaban y todo parecía terminado cuando la dirección de Tránsito colocó la faja de clausura. Pero lejos de eso, las acciones posteriores llevadas adelante por Bromatología en cuanto al destino que se le dio a la mercadería decomisada abriría un segundo capítulo al tema. Desde la misma Prensa municipal hicieron circular fotos en el sitio web oficial de un enorme pozo cavado en el Corralón donde se arrojó a la tierra una importante cantidad de botellas plásticas con aceite vencido y cajas de cartón con paquetes de yerba. Inmediatamente comenzaron a reaccionar los usuarios alarmándose por una maniobra que atenta peligrosamente contra el medio ambiente.

Por su parte, Campagnon explicó que "le dimos las indicaciones correspondientes al propietario del lugar. Toda la mercadería fue traída al Corralón, donde se hizo el tratamiento que se requiere en estos casos, con la desnaturalización debida para la protección de la comunidad".
 

“Fue un error”, dijo Pinto. Con el correr de las horas, y tras hacerse eco los medios de comunicación, la imagen del pozo ya había tomado estado público, por lo que desde el área de Medio Ambiente, su director Marcos Pinto, intentó enmendar el grueso error de Bromatología y ordenó inmediatamente desenterrar las botellas “para que su contenido fuera reciclado, así como los envases plásticos”. Por su parte, Pinto reconoció que “fue un error realizar ese procedimiento.

 

El aceite y la contaminación

Agrupaciones locales de medio ambiente y vecinos y vecinas expresaron la peligrosidad que constituye el arrojar aceite vegetal a la tierra. "No se debe derramar el aceite en la tierra porque arruina el humus, la vuelve infértil. Si el aceite llega a las napas puede formar una película superficial, lo que impediría el intercambio de oxígeno y perjudicaría a los seres vivos de los ecosistemas, además de contaminar el agua para consumo", escribió una vecina. "Tan solo una pequeña dosis de aceite es capaz de contaminar 1.000 litros de agua", escribió otro vecino.

Empezó mal y terminó peor