viernes. 29.03.2024

Así no hay Tierra que aguante

“Yo soy la tierra, madre de la eternidad / Soy Pachamama, soy tu verdad / Yo soy el canto, viento de la libertad” canta Mercedes Sosa. La obra -creación de Fernando Barrientos y Osvaldo Montes- se titula “Vientos del alma” y es una de las tantas canciones que se han escrito en homenaje a nuestra Madre Tierra. O a nuestra “Nave tierra”, como también la llama Gustavo Cerati en su tema “Raíz”. Durante todo agosto se celebran rituales que vienen desde el fondo de los tiempos y mantienen vivos los pueblos precolombinos asentados en buena parte de la cordillera de los Andes. Más allá del folklore, la relación entre la especie a la que pertenecemos y el planeta que nos alberga está complicada.

Por Gustavo Porfiri

 

El 1º de agosto, las comunidades rurales originarias de los Andes de la Argentina (noroeste), Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú celebran el día de la Pachamama. Las actividades se multiplican: herradura de caballos, marcación del ganado y señalada de las ovejas con lanas de colores, entre otras. Por la tarde, los aldeanos se reúnen convocados por las autoridades comunitarias -que no son las impuestas por los Estados Nación- y comparten comidas, bebidas, bailes y plegarias. En un pozo abierto especialmente para la ocasión se ofrenda a la Pachamama, a quien se le brinda todo lo que se consume en el festejo, además de maíz, hojas de coca, frutas, y hasta cigarros; la fiesta dura hasta el amanecer. Los rituales para agradecer a la Madre Tierra por lo que ha provisto y pidiéndole por buenas cosechas y por la mejor reproducción de los animales se prolongan durante todo agosto. Esta tradición nos habla de la cosmovisión tan particular que esos pueblos tienen de su relación con el planeta, con quien han establecido un acuerdo de convivencia basado en el respeto. Pero...

Otra canción

“Ciudades gigantes / Enormes cloacas / Viajan torrentes hacia el mar / De un amor que huele mal / Como anunciándole al cielo / Nuestro destino...” Esta otra letra es de la canción “Madre hay una sola”, registrada por Bersuit Vergarabat, en su disco “Testosterona” de 2005. La banda de Barracas nos pone en otro lugar, muy diferente al de las celebraciones ancestrales. “Te agradezco, aunque me voy /avergonzado por ser parte de la especie / que hoy te viola en un patético festín” repite el estribillo. Vale recordar que el “patético festín” al que alude el verso se llama capitalismo. Es el sistema de vida impuesto por el imperio de Occidente para desgracia de Pachamama y de miles de millones de personas empujadas a la desgracia.

El científico Alessandro Galli, director del programa para el área mediterránea de Global Footprint Network, una organización especializada en la investigación de la huella ecológica y la biocapacidad que visibiliza la sobreexplotación de la naturaleza del modelo de producción y consumo de la sociedad actual, explica que desde el jueves de la semana pasada el mundo entró en "números rojos" al agotarse los recursos naturales del planeta. Es decir, estamos gastando a cuenta de los recursos de 2023. (1)

Cada año, el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra se adelanta: en 1970 fue el 29 de diciembre; en 1990 el 11 de octubre; este año fue el jueves 28 de julio. El indicador se calcula dividiendo la cantidad de recursos naturales que la Tierra puede generar ese año –la biocapacidad del planeta– entre la huella ecológica de la humanidad, es decir, la demanda de recursos de las personas en ese periodo. El número resultante se multiplica por los 365 días del año y así se obtiene el día y el mes de sobrecapacidad. Respecto al 2021, la fecha actual se adelantó un día, debido a que la huella ecológica mundial aumentó 1,2 %, mientras que la biocapacidad solo incrementó 0,4 % en el mismo periodo.

Hay otros caminos

El equipo de Galli ha elaborado una base de soluciones llamada “El poder de las posibilidades”. Allí se afirma que es necesario apostar por nuevas formas de producir y consumir alimentos. Por ahora, la mayoría de las soluciones se han identificado a nivel local, indica el experto, ya que el problema principal es cómo llevarlas a escala global. "Todavía no veo que haya la voluntad política necesaria para ello", resumió. En ocasiones como esta conviene evocar a los clásicos. En este caso, recordemos un fragmento del discurso pronunciado por el comandante Fidel Castro en la clausura del VI Foro Nacional de Piezas de repuesto, equipos y tecnologías de avanzada, en el Palacio de las convenciones, La Habana, Cuba, el 16 de diciembre de 1991: "Entre los enormes daños que el capitalismo ha hecho a la humanidad, no solo está el Tercer Mundo, no solo está el mundo subdesarrollado, no solo están los miles y miles de millones de gente que viven en la pobreza -y en una pobreza que crece, en una pobreza cada vez mayor-, sino que ha deteriorado la naturaleza, ha destruido el medio ambiente, ha creado problemas gravísimos, ha descuidado los bosques, ha descuidado los suelos, ha contaminado los mares, los ríos, la atmósfera; ha creado los problemas con la capa de ozono, ha creado los problemas del efecto invernadero que muchos científicos dicen que es ya irreversible, el fenómeno del calentamiento de la tierra por exceso del consumo de combustibles fósiles". En fin, no hay que pecar de reiterativo, pero la raíz de todos los males de esta
Nave Tierra se llama capitalismo.

(1)https://actualidad.rt.com/actualidad/436973-mundo-entrar-numeros-rojos-agotar-se-recursos

Así no hay Tierra que aguante