En diálogo con Télam, Ponzio habló de todo lo que se viene a partir de ahora después de su retiro como profesional en diciembre de 2021. Del partido despedida ante los hinchas de River que contará con la presencia de grandes futbolistas con los que ha compartido cancha, como por ejemplo el plantel campeón de la libertadores de 2015 y 2018, los hermanos Milito (Gabriel y Diego), Sebastián Abreu, Maxi Rodríguez, glorias de River, jugadores actuales y muchos más.
Contó cómo se encuentra con respecto a su partido de despedida y como se prepara, “La preparación pasa por volver a vestirse de futbolista en el Monumental, pero el día de más estrés será el día del evento. Por cómo soy, ser el centro de algo tanto tiempo quizás cuesta, pero trataré de disfrutarlo junto con los que me van a rodear y que sea una noche mágica. Será la última vez vestido de futbolista en el Monumental”
También afirmó que estuvo la idea de invitar a Daniel Passarella a este encuentro, “Pensé en invitarlo, pero después salieron algunos comentarios sobre su salud que eran erróneos. A mí me trajo como entrenador y presidente. Y después, que hizo cosas bien o mal, a mí me respetó. Y en un evento así uno quiere invitar a gente que lo marcó en su carrera.
Dio detalles de cómo fueron sus últimos momentos como profesional, “En los últimos cuatro o cinco años de mi carrera fui renovando contrato año a año y de alguna manera iba planeando el futuro. No te preparan para este momento, lo haces solo. Hacemos un deporte en conjunto, pero a la vez hay muchas cosas que van por lo individual. El día a día es difícil porque estás acostumbrado a que te armen una rutina, una agenda, y eso después no está. Pero venía con la cabeza en el campo, que es lo que me gusta y quería vivir de eso, pero no quiere decir que siempre te falte algo”
Fue consultado si se veía en un futuro con River cumpliendo otra función, “El año que viene me veo haciendo algo. Quiero ser útil en esta vida. Para satisfacer cosas personales y para trabajar. River será la prioridad, estar adentro y ayudar. Y sino será en otro lugar. Voy al club seguido, sigo en contacto con todos”
Hizo un repaso por su carrera y contó las cosas que le ha dejado el fútbol, tanto lo bueno como lo malo, “Soy un agradecido, me dio mucho. Lo malo no lo genera el fútbol, lo genera nuestro entorno, nuestra vida. No le puedo echar la culpa al fútbol de que soy egoísta o me hizo creer más de lo que soy. La persona es cómo es fuera y dentro de la cancha. Dentro de la cancha era calentón y afuera más tranquilo. Sí, hay cosas para corregir, pero debemos hacerlo nosotros, que estamos adentro”, expresó.
Los hinchas realizaron una bandera con 8 ídolos de la institución y Ponzio estuvo en ella, junto a Labruna, Gallardo, Alonso, Francescoli, Ortega, Carrizo y Ramon Díaz. En cuanto a esto se siente orgulloso de estar entre los mas grandes de la historia de River, “Me da responsabilidad porque la idolatría o referencia te implica seguir funcionando a cómo te ven. Es un sueño que no tenía, pero se dio por todo lo que se produjo en el club en los últimos años. Me desenvolví sin estar siempre a la luz de todo, quizás a la sombra. Pero primero por todo lo que River ganó y porque se armaron buenos grupos y al hincha le llegó de cerca. En un equipo de fútbol, querer ser ídolo es ser egoísta. Porque es un deporte de grupo”
Gallardo fue muy importante en su carrera y contó que es lo que significa el “Muñeco” para él, “Me agarró a los 30 años, con algo de experiencia en este deporte. Después de no jugar con Ramón Díaz, me dio la posibilidad de quedarme y competir; yo sólo quería jugar. Me perfeccionó año a año, me dio la cinta de capitán. Tengo una relación con él fuera del fútbol y refleja el agradecimiento que tengo”.
Por último, habló del tema de Ezequiel Cirigliano, futbolista surgido de las inferiores de River que fue detenido por portación de arma y que sufre una fuerte depresión desde hace varios años. Ponzio fue compañero de él en el “Millonario”. "Estamos a tiempo con Cirigliano. Los actos que uno comete en la vida, algunos son más marcados, con condena social, pero se está a tiempo para que se le pueda dar una mano, sino estaría todo perdido", manofestó.
"A los 30 años, a su edad, todavía podes cambiar. Hay que buscar el momento y el lugar para que tenga una vida como cualquier otro", sentenció.
