domingo. 28.04.2024

Algo que se está generalizando, en especial en los medios franceses, y que se va repitiendo por los distintos rincones del planeta, es decir que Messi fracasó en su estadía en el PSG. Esto debe analizarse de distintas maneras, por un lado, las aspiraciones del club, lo que aportó Lionel en las consagraciones que tuvo en París, el resto de sus compañeros, de qué manera lo rodearon, porque esto es un deporte de equipo y recaer solamente en uno, es obviar al resto que también es parte de este “fracaso”, como lo titulan los diferentes portales. 

 

Antes de analizar en profundidad, hay que tener en cuenta el contexto. Está la figura máxima de Messi, que después de tantos años salió de su zona de confort, yéndose del  Barcelona y metiéndose a un mundo nuevo, a un equipo para conformar la mejor delantera del planeta. Tenían “presión” por ganar la Champions League, estuvieron años inyectando millones a sus plantillas, fichando a los mejores de la actualidad, pero cuando llegó Leo se quedaron en la nube.

Junto a Messi vinieron el arquero italiano Gianluigi Donnarumma, Sergio Ramos, el neerlandés Georginio Wijnaldum y dos laterales para pelear un puesto, como el marroquí Achraf Hakimi y el portugués Nuno Mendes. ¿Quiénes estuvieron a la altura? Solo Hakimi, porque errores puntuales de Donnarumma, las lesiones de Ramos y los pocos minutos a Wijnaldum, hicieron que ese maravilloso mercado de pases quede casi en el olvido. 

Esa temporada tenían un equipo soñado, con el tridente Messi-Mbappé-Neymar, en el medio jugadores como Danilo, Leandro Paredes y Marco Verratti, en defensa Kimpembe y Marquinhos. Equipo titular muy bueno, pero mirabas el banco y las figuras brillaban por su ausencia, se puede destacar a Ángel Di María y Keylor Navas, el resto muchos escalones por debajo.

Messi estuvo flojo, es la verdad, le costó en su proceso de adaptación, porque después de 21 años dejaba su zona de confort. Disputó 26 partidos, anotó 6 goles y aportó 15 asistencias, participó de manera directa en 21 tantos, números que para cualquier futbolista podría significar el mejor momento de su carrera, pero tratándose del mejor de la historia, es una estadística baja.

Además, el tridente Messi-Mbappé-Neymar no funcionó, teniendo más derrotas de las esperadas, se entendían mejor cuando uno de los tres no estaba y tenían que compartir duplas, donde la conexión entre el rosarino y el francés era de las mejores.

Le alcanzó para la Ligue 1, lo que gana prácticamente todos los años, pero no en la Champions quedaron eliminados de una manera increíble frente al Real Madrid, estando, por un momento, 2-0 arriba en el marcador global, errores defensivos y en especial de Donnarumma, marcaron el destino del Merengue sellando su clasificación a cuartos de final.

Para la actual temporada ya se podía prevenir que tampoco iba a ser el momento de levantar la orejona, porque el mercado de pases fue paupérrimo. Se fueron Di María, Paredes, Navas, soltaron a Wijnaldum a préstamo y no trajeron a ninguna figura mundial para reemplazar a estos nombres, solamente a puros jóvenes: Vitinha, Vitor Ferreira, Ekitike, Soler, Renato Sanchez, Fabián Ruiz… ¿De verdad creían que con estos nombres iban a tener un equipo competitivo?

Acá fue la debacle, el equipo no respondió, en varias facetas de la temporada no estuvieron a la altura y mucho menos en Champions, que se le sigue poniendo una exigencia desmedida porque por historia no debe tenerla. ¿Quiénes fueron los únicos que dieron la cara por el equipo? La máxima figura fue Kylian Mbappé y el segundo, Lionel Andrés Messi. La Pulga ya pasó ese proceso de adaptación y se acomodó al equipo, el problema es quien venía por detrás y los que estaban sentados en el banco.

A comparación de la anterior temporada, Vitor Pereira fue quien apareció como titular y con un banco aún peor que cuando llegó Messi, porque no había figuras, eran todos jóvenes. No podes tener como objetivo ganar la Champions teniendo de suplente de Mbappé a Ekitike con 20 años.

En la eliminación contra el Bayern Múnich en octavos de final, tenía algunos chicos de entre 16 y 20 años en el banco. No quiero recaer en los pibes porque soy un ferviente defensor de los más jóvenes, pero no se le puede dar la responsabilidad a ellos para que te den vuelta un resultado contra uno de los equipos más grandes de todos los tiempos, como lo es el gigante alemán. Si realmente querían levantar su primera Champions, había que traer a gente de experiencia, con la billetera que poseen pueden traer a cualquiera.

Messi, en la actual temporada, aportó de manera directa en 30 goles, con 15 anotaciones y sendas asistencias, en 29 partidos. Volvió a ser el Messi que conocíamos, pero claro, hay un factor determinante en todo esto para que empiecen a considerar un fracaso su estadía en PSG, que tiene fecha y lugar, el 18 de diciembre de 2022 en el Lusail Stadium de Qatar, donde Lionel sacó a relucir sus maravillas futbolísticas y se despachó con dos goles para ganar la tercera estrella frente a Francia.

El fracaso no fue de Messi, fue del equipo. Leo fue a conformar el mejor tridente del mundo, no al mejor equipo del planeta, porque para serlo hay que tener una base titular de estrellas y que cuando las cosas no funcionan, esten las soluciones desde el banco. Eso no ocurrió en el tiempo que estuvo la Pulga en París, ni Mauricio Pochettino ni Christopher Galtier como entrenadores estuvieron a la altura.

Fue un conjunto de situaciones que llevaron a que PSG no levante la Champions. Por lo visto en el último tiempo, no se le puede recriminar nada, porque contra el Bayern todos brillaron por su ausencia, ni siquiera Mbappe, que fue el más determinante de la temporada, se puso el equipo al hombro. El fracaso fue de todos.

 

El fracaso fue de todos