El gaucho, reconocido por correr con su boina, terminó ayer el complejo circuito de la World Marathon Majors -seis maratones que se llevaron a cabo en Berlín, Chicago, Nueva York, Tokio, Londres y Boston- en una maratón de 37.000 personas. “Largué muy bien, a buen ritmo, hasta el kilómetro 20 donde me empezó a costar un poco, no me sentía bien. En el 25 o 30 me empecé a acalambrar un poco y de ahí en adelante la padecí bastante”, contó a este medio. Eso fue lo que hizo que la carrera sea tan emocionante para él “por todo lo que esto significaba estar a ese pasito de cerrar la 6, de cerrar ese ciclo”, dijo.
Tokio constituyó la primera de las “majors” del 2023, reunió a grandes figuras del fondismo mundial, y el grupo que viajó a concretar ese sueño estuvo compuesto por 30 argentinos aproximadamente. “Es un gran número para estar lejos de casa”, aseguró Báez.
Respecto a la experiencia en Tokio, contó “es muy gracioso, comparado con otras maratones, el público es muy sumiso, aplauden levemente en todo el recorrido, es una cultura un poco fría”.
Consagrándose como el primer argentino y sudamericano en llegar, comentó sobre el momento de la premiación que incluía una “medalla grandota que tiene todas las ciudades donde corrimos, emocionante por la lucha de llegar a cada una de ellas desde el 2016”. Además dijo que en ese momento “son muchas cosas se te vienen a la mente, de todos estos años, lo que uno deja por preparar las maratones, por buscar estos sueños que uno quiere cumplir. Vale la pena intentarlo, creerlo, que se puede lograr y disfrutar estar del otro lado del mundo corriendo.”
Finalmente, agradeció a Diario Cuatro Palabras, “en el 2020 confiaron y apoyaron, así como en esta carrera, estoy muy agradecido”.
