La búsqueda personal
“Hace más de 20 años que la práctica de yoga me acompaña, y más de diez que lo comparto con otras personas en nuestra ciudad” explica Julia. Su interés comenzó más como una curiosidad, que surgió a raíz de un accidente a caballo, “me dejó con mucho dolor de espalda, al principio tomé clases de Yoga terapéutico y Iyengar Yoga, que me ayudó con el cuerpo dolorido pero después entendí que podía tener mayor flexibilidad y descontraer la musculatura”.
Así fue como comenzó a indagar en distintos estilos dentro de ese mundo, “la práctica de Ashtanga Yoga fue la base para amar el Yoga y hacerlo mi forma de vida, es algo más que el cuerpo físico lo que se mueve, me sentí con mayor vitalidad, vaciaba la mente del mundo externo”, expresa. También otros estilos “más conectados con lo emocional y espiritual” y menciona técnicas como Hatha Yoga o Kundalini.
“En el año 2012, después de un cambio radical de mi vida, me fui a Brasil a hacer el Instructorado de Yoga. Estudié mucho, que aun lo sigo haciendo, así como aprendí muchas otras disciplinas milenarias. Comencé a meditar diariamente y aprender también la práctica de la atención plena o Mindfulness”.
“Comparto la esencia de cómo lo vivo en cada etapa de mi vida”
“Decidí compartir lo que iba aprendiendo con grupos reducidos, primero di clases en Lomas de Zamora, luego en Chacabuco, en mi casa, en diferentes espacios… y la gente se fue sumando. Yo comparto la esencia de cómo lo vivo en cada etapa de mi vida. Que necesita el cuerpo, mi mente, mi espíritu y mi alma”, remarca Julia, quien incluyó yoga para embarazadas, niños y en la educación.
Su propio espacio, “Shala Presencia”, lo abrió después de la pandemia, lo remarca como un momento súper feliz. Actualmente cerró sus puertas, “sigo practicando y acompaña todos mis procesos personales, la práctica de Yoga ha estado presente en todas las decisiones importantes, es la base de mi auto observación, de querer ser mejor persona, de pulirme, de aprender a través de mi cuerpo, de observar mi mente, de respetar mis ciclos.... Es una forma de vida, que comenzó a través del ‘cuerpo’ y cambió mi vida por completo”, señala Cruz Díaz.
Un día para conocer
El 21 de junio la ONU ha proclamado, a pedido de la India, el día internacional del Yoga, se trata de dar a conocer al mundo sus beneficios. “Es una manera de agradecer a estas civilizaciones tan antiguas, tantos miles de años de estudio, y habernos dado a conocer esta técnica tan noble para las personas”, explica, agregando que “En occidente conocemos algunas de sus virtudes como flexibilizar y nutrir al cuerpo físico, relajarnos, revitalizarnos, ‘parar la mente’ …Pero el Yoga, es una herramienta de autoconocimiento, en todos sus aspectos: cómo nos vinculamos con nuestro cuerpo, o encontrar una relación mas amorosa con nuestra mente, pensamientos y emociones; y la manera que nos vinculamos con los demás”, finaliza
* Instagram: @juliacruzdiazyoga
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