- ¿De donde nace la idea y cuál es el rol de la librería en la misma?
-La propuesta inicial nació del proyecto cultural Pretextos y recibió el acompañamiento del Instituto Cultural de la provincia y la diputada Micaela Olivetto. De ahí surge la organización inicial, con el trabajo día a día, proponiendo y combinando eventos y programas, acercando puntos de vista, siempre con el objetivo común de organizar un evento cultural de magnitud que abarque diferentes manifestaciones artísticas. La librería Martin Fierro fue invitada a participar y organizar la convocatoria a editoriales, tanto de la zona como nacionales y librerías e instituciones locales.
- ¿Cuál es la propuesta que traen? ¿Con qué vamos a encontrarnos el fin de semana?
- El Festival fue pensado como un espacio de experiencia y aprendizaje, también de recorrido y diversidad. Desde su origen se ideó con un enfoque integrador: que sea para todas las edades, que haya diversas y variadas propuestas donde prestar atención, que haya distintos lugares físicos donde participar. En ese sentido, la elección del lugar de realización -el playón de la estación de trenes- nos brindó la posibilidad de realizar esa diversificación y poder conjugar en un mismo lecturas en vivo, talleres de educación y ciencia, feria de editoriales y librerías locales, experiencias interactivas, charlas, encuentros culturales y mucho más. Afortunadamente, el programa de actividades fue creciendo día a día y hubo que ampliar el horario. También habrá un anexo de una zona de juegos y patio de comidas.
- Por la parte de la que estás a cargo, ¿qué editoriales y librerías van a participar?
- Las editoriales que confirmaron su participación en esta primera edición son Imaginador, Diario del Desierto, Chatarra Ediciones, Sudestada, Rama Negra, Punto Libro, Ombligo Cuadrado, Serial, Loco Rabia, La Mariposa y La Iguana… espero no olvidar de mencionar a alguna. Aún quedan por confirmar algunas más en estos días. También participan las librerías locales Didácticos Estudios, Pretextos y Martin Fierro. Y se sumó SADE y ADECH, con muchos libros de autores locales.
- Es la primera vez que se realiza un festival de estas características en Chacabuco, ¿cómo viene siendo tu experiencia particular, el estar en contacto con editoriales y armar un cronograma de actividades tan amplio?
- Si nos referimos a un evento específicamente intercultural que abarque un par de días, con horarios y espacios amplios y variados, con tantas actividades para las infancias, la juventud y los adultos, entiendo que sí, es la primera vez. Hay que mencionar que siempre hubo y hay en la ciudad valiosas propuestas artísticas, como Pato Negro, Colectivo Periferia, las actividades y concursos de las agrupaciones literarias locales y sus escritores, de músicos de la ciudad, de los prolíferos artistas plásticos. Y muchas más iniciativas, como específicas ferias de libros. Pero creo que la propuesta para instalar este Festival para que se realice año tras año, es en principio novedosa.
El sector editorial, particularmente el de editoriales independientes es un ambiente maravilloso, muy ameno para trabajar en conjunto. Siempre están dispuestos a participar y colaborar en la organización, realizan un trabajo cultural y artesanal importantísimo. Este año decidimos limitar la cantidad de stands porque, por un lado, la convocatoria cubrió la capacidad de participación y, por el otro, al ser un evento multicultural las carpas se comparten con los talleres y las actividades del festival, que son muchas y de gran calidad. Así que más que felices, se aprende mucho de la labor que realizan y es buenísimo poder exponer su trabajo. Está siendo una experiencia muy fructífera trabajar con ellos.
- Esta propuesta, además de fomentar la cultura, ¿sentís que puede ser como un reencontrarse con el libro en papel que se puede haber visto un poco perdido entre tanta digitalización?
- Por supuesto. Y se trata exactamente de eso: de reforzar ese lazo, creo indestructible, pero que necesita siempre ser fortalecido. Estas iniciativas refuerzan el vínculo entre el libro de papel y el lector, que es una relación que data de siglos. Si en otras épocas la amenaza fue la quema de libros o las desapariciones de artistas, en estos últimos años la amenaza provino del lado tecnológico, primero con la llegada de las computadoras, luego con los libros electrónicos y en los últimos años con la digitalización masiva de material de estudio y también de lectura para cualquier dispositivo. Es cierto, sigue siendo una amenaza al libro de papel, pero desde este lado coincidimos con Umberto Eco y somos optimistas en ello: el libro va a sobrevivir, porque pertenece a esos inventos de la humanidad, como la cuchara, el martillo, la silla, que una vez inventados no se pueden mejorar.
Chacabuco Bisemanario.