“Ahora la prioridad es que gane Sergio Massa”

La periodista y escritora Sandra Russo habló con Frecuencia Electoral (Somos Chacabuco) sobre los desafíos de Sergio Massa para reconquistar a un sector del electorado que en algún momento acompañó al proyecto político del peronismo. “Me parece clave el puerta a puerta. Identificar qué parte del padrón no fue a votar e ir a convencerlos uno a uno”, dijo. Además reflexionó sobre la función de las nuevas tecnologías, la necesidad de “resetearse” para comprender a un sector de la juventud y apuntó a que “Hay que pensar en cómo vincularnos desde nuestra propia identidad política con otras fuerzas muy disímiles que van a estar tratando de que Milei no gane, la prioridad ahora es que gane Sergio Massa”. 

Por Gustavo Porfiri, Pablo Pastore y Martina Dentella

-Visto lo que pasó el 13 de agosto, ¿ahora qué?

-Recién estamos saliendo del estupor, la sorpresa. Estamos en plena etapa de asimilación de la bestia, de ver qué alcances espantosos podría tener para el país y para todos nosotros que esto no se corrigiera, que el voto popular no corrigiera su voto en octubre. Es el arribo de la ultraderecha global a la Argentina. Mucho no me sorprende porque vengo trabajando en mi programa de la AM 530, desde hace más de un año que Milei era una colectora ideológica de Juntos por el Cambio y expresa una especie de inconsciente del macrismo. Finalmente se impuso esa versión más descarnada. 

 

-Horacio Rodriguez Larreta fue el candidato más blindado por los medios de comunicación de mayor alcance, sin embargo fue el gran perdedor de las PASO, y al menos durante las 72 horas posteriores al resultado de las PASO los medios quedaron absolutamente desconcertados, ¿es una elección que puso en evidencia y en jaque el papel de las operaciones de prensa?

-Las expresiones del establishment y del poder real que pueden ser Juntos por el Cambio o Milei que fue el economista más entrevistado en la televisión argentina y fue construido por los medios. Larreta está blindado, sí, pero una cosa es estar blindado y otra es poder cubrir sus propias equivocaciones, porque su campaña fue totalmente oscilante mientras que Bullrrich se mantuvo en el todo o nada y la mano dura. Larrea decía que había que dialogar y tenía a Morales al lado que estaba haciendo un desastre en su provincia y dándonos el ejemplo práctico de lo que podría llegar a ser su gobierno. Jujuy pesó bastante para desgastar esa figura. Y una confirmación más de que América Latina y el mundo están polarizados, que no hay lugar para un acting de moderación que intentó actuar Larreta frente a su rival Bullrrich, a quien tampoco le fue bien. El problema fue del frente. 

 

-Viendo los pasos de Milei y cómo se rodeo luego de las PASO, ¿podríamos pensar que estamos frente a un segundo menemista?

-Sería hasta alentador, porque Menem al lado de Milei era un boy scout. Por supuesto que sí, que está la iconografía noventista. Para Milei, Menem fue el mejor presidente de la Argentina. Pero me parece que vamos hacia algo mucho peor si no se baja la figura de Milei, que creo que va a pasar. Lo que propone es algo peor que los noventa. Habla de supremacía, de discriminación, de antisemitismo, de un montón de cosas que configuran la nueva derecha de este siglo, elementos que no estaban presentes en la década del noventa.

 

-¿Cómo se consigue el acompañamiento de aquellos seis millones o más que confiaron en algún momento en el proyecto político del peronismo y hoy no lo hicieron? ¿Cuál debería ser la estrategia del candidato nacional?

-No es una cuestión solo del candidato de Unión por la Patria, pero la responsabilidad de que surja un poco más de entusiasmo sí, y tiene que ver con la gestión y las medidas que se empiecen a anunciar. Vamos a ver de qué tener son, son medidas paliativas a la devaluación que pidió el Fondo Monetario. Pero también hay otros ingredientes, en la intervención de ayer desde Washington, Massa tuvo dos aciertos muy grandes, uno fue estar perfectamente al tanto y listo para anunciar que el Estado va a resarcir a los comerciantes que hayan hecho las denuncias por robos, por la ficción de los saqueos. Y por otra lado, es muy importante lo que dijo en relación a crear equipos de seguimiento de las causas porque eso también deja en evidencia de que en Argentina si hay una puerta giratoria, el responsable es el Poder Judicial. No la política. 

Y por otro lado me parece clave el puerta a puerta, que en la Provincia ya se está haciendo. Identificar qué parte del padrón no fue a votar e ir a convencerlos uno a uno. 

 

-¿Hacia dónde va el kirchnerismo, ha encontrado un poco sus límites o tiene hilo en el carretel?

-Venimos muy golpeados y la proscripción de Cristina apunta a eso. Ahora estamos en una etapa de reconfigurar y salvar al país. No es momento para que ninguna fuerza piense en sí misma. Pero la conclusión que sacamos de estos cuatro años es que hasta que el PJ nacional no acepte a Cristina como la dirigente más importante de la Argentina, que lo es, no hay manera de avanzar. Estos años fue muy desairada por el presidente, el día que le destrozaron el despacho que se firmó el acuerdo con el Fondo nadie salió a defenderla. Es una mujer que ha estado muy sola. La sigue un núcleo que la adora y es muy grande. Pero hay que pensar en cómo vincularnos desde nuestra propia identidad política con otras fuerzas muy disímiles que van a estar tratando de que Milei no gane. La prioridad ahora es que gane Sergio Massa. 

 

-La sociedad argentina, ¿necesita para protegerse  armar algún tipo de contención, de refugio respecto de las nuevas tecnologías, el Estado debe intervenir?

Eso siempre queda en duda. Cuando Macri recibió una amenaza en Twitter, detuvieron a la persona. Parece que hay leyes que se aplican nada más que cuando gobierna Macri. Hay muchas agresiones que quedan impunes, hubo un intento de magnicidio que sigue impune. Y ahí no hay ley que valga. 

Personalmente creo que sí, que algo hay que hacer para impedir y para que no sea legal que se instigue al delito a través de las redes. Y agregaría el WhatsApp. Lo más urgente de todo, es volver a tener un poder judicial. Porque si hay un intento de asesinato y la jueza a cargo lo que quiere es no saber, porque es lo que demuestra capucchetti, gane quien gane, si no se hace una limpieza de la Corte Suprema, el poder real va a seguir siendo impune. 

 

-¿Necesitan los candidatos restaurarse o mirar con otro prisma a los jóvenes?

-Sí, no solo los candidatos. Todos. Es famosa la gente que ellos adoran y nosotros no los conocemos, hay códigos que no conocemos. Y es muy difícil hacer comunicación para un sector que desconocemos. Pero sí me parece que el fenómeno Milei tiene que ver con la cultura digital. Yo soy de una generación analógica. Porque lo característico de la cultura digital es que no hay contexto, no hay atrás ni adelante, solo hay presente puro. El voto a Milei fue un voto en caliente y en presente. Y cuando no hay pasado no sabes de dónde viene ese tipo y si no hay futuro no sabemos hacia dónde va. Hace falta aggiornarnos, y reflexionar un poco acerca de los consumos juveniles. No son todos los jóvenes, es un sector. Es un movimiento de pinzas, por un lado hay jóvenes muy acomodados en sistemas y todo lo tiene que ver con lo digital que es la jerarquía mileísta, y por otro lado los desesperados que lindan con el lumpenaje y piensan que reviente todo, porque ellos derechos no tienen. Son dos sectores muy diferenciados.